-Haureu de respectar una mica més els Skavens! que resulta que al món real també són utils!
Ratas hay en todas partes, últimamente lo hemos comprobado. A casi todo el mundo le parecen desagradables y le provocan entre un miedo atroz y un asco tremendo. Lo cierto es que pueden ser el vehículo de transmisión de gran cantidad de enfermedades y su capacidad reproductiva puede degenerar en plaga con facilidad.
Pero eso no quita que puedan ser útiles, no sólo para los experimentos de laboratorio. Por desagradables que nos parezcan siguen siendo seres vivos y tampoco se trata de aprovechar la animadversión para probar sin remordimientos. Son capaces de hacer cosas capaces de cambiar nuestra percepción.
Desde finales de 1.990 Bart Weetjens entrena ratas gigantes de carrillos de Gambia para localizar minas terrestres. Estas ratas tienen un olfato muy fino y, debido a su poco peso, no activan las minas al pasar sobre ellas. El entrenamiento se basa en el principio de Pavlov: durante meses reciben comida cuando identifican el olor del explosivo. Hay más de 30 de estas HeroRATS (en inglés) limpiando de minas Mozambique. Ya llevan casi 600.000 metros cuadrados.
Pero el amigo belga no contento sólo con eso, también entrena ratas para detectar la tuberculosis en la saliva, buscar víctimas de terremotos entre las ruinas, etc. Desde su sitio web se puede ayudar incluso adoptando uno de esos animales. Una entrevista sobre el tema, en inglés. El sitio web de la organización (también en inglés) APOPO.
La próxima vez que veamos una rata tenemos que pensar que puede salvarnos la vida, aunque su mordedura puede hacer que la perdamos, hay que seguir teniendo cuidado.